Cine y "Cine"

Cuando una persona va al cine, tiene que tener, en cierta medida, sus espectativas claras. Un adolescente, por ejemplo, puede entrar a ver Transformers y dormir tranquilo. Sin embargo, puede salir de ver La Duda y destrozar un par de coches.

El otro día un conocido salió del cine de ver una película "intelectual", y su única opinión sobre ella fue que era "muy rara". No quise saber más. ¿Rara? ¿Por qué? ¿porque hablan? seguramente es rara porque no hay disparos y el montaje no se basa en planos de 5 segundos. A lo mejor es rara porque los personajes hablan entre ellos durante toda la película. Por eso, antes de entrar a ver una película "rara", infórmate y, en su lugar, puedes alquilar American Pie 27, en la que seguro que te lo pasas mejor y piensas menos.

No creo que sean tiempos para el buen cine. Sin embargo, gracias a esta gente una buena película puede hacer una taquilla considerable, siempre y cuando la protagonicen actores conocidos por ellos. Con esto, los demás podremos seguir disfrutando de buenas películas que hagan reflexionar, dudar, pensar... Y, mientras tanto, podremos ir a ver, sin espectativas intelectuales, X-Men Origines: Lobezno.

Eso sí, sin confundirnos, que luego tenemos a una manada de adolescentes que han entrado a ver Revolutionary Road y a los 10 minutos ya los tienes con sus risitas y manoseando el móvil. Esto nos lleva a reflexionar sobre la inteligencia de la gente: ¿No será más barato meterse debajo de un puente (si no tienen casa donde incordiar)? Así, esos 6 o 7€ pueden ir directamente a parar a la compañía telefónica o a pintar la pared, si su hobby es darse cabezazos contra ella. Hay gente (y cabezas) para todo.

¿No hay Joker sin Ledger?

Ya estamos con extremismos. Que Heath Ledger ha creado a un Jocker magnífico es algo obvio. Es sin duda una interpretación que se merece las mejores críticas. Sin embargo este personaje, a pesar de la muerte del actor, da para mucho más. Una idea no compartida por los creadores de la iniciativa "The Ultimate Joker", que recogen firmas para que ningún actor vuelva a encarnar a este personaje.¿Es esta la solución? Fer Barbella, promotor de esta iniciativa, así lo afirma: "Creemos que Heath se merece ese homenaje". De esta forma, se muestra categórico en el hecho de que ningún actor podría mejorar la interpretación de Ledger... pero quizás "mejorar" no sea la palabra.

Es cierto que a nadie le gustaría ver una imitación de la actuación de Heath Ledger, pero hay actores muy versátiles en el Hollywood actual que podrían darle una nueva dimensión al personaje. Un ejemplo muy claro sería Johnny Depp, que sin duda sería muy interesante. O quizás, siendo una apuesta más arriesgada aún, podrían decantarse por el genial Robert Downey Jr. Hagan sus apuestas, no sean dictadores.

Crítica: The Wrestler (El luchador)

Darren Aronofsky es uno de los directores más sólidos del momento. Dejó al mundo impactado con su Requiem por un Sueño, y a la crítica dividida con The Fountain (más en contra que ha favor, algo que yo no comparto). Ahora ha vuelto a ganarse el favor de la crítica con este drama sobre una vieja gloria de la lucha libre que intenta sobrevivir en un mundo adverso.

Protagonizada por un impresionante Mickey Rourke, que crea un personaje perfecto (quizás reflejo de sí mismo), y la ganadora del Oscar en 1993, Marisa Tomei, la película es todo un ejercicio de sobriedad por parte de su director, que encara con mano firme los diferentes temas y ambientes que vemos durante el relato. Y en todo acierta, porque tenemos ante nosotros a un GENIO, así, con mayúsculas.

Sin embargo, es un director que no termina de acertar en la taquilla, aunque es de esperar que tarde o temprano lo consiga. Sin duda, podemos esperar más obras maestras de este neoyorquino, siempre en constante evolución.

La música es de nuevo del contundente Clint Mansell, colaborador habitual del director, que en esta ocasión cumple una función más secundaria que en anteriores películas, ya que la banda sonora incluye varios clásicos del rock que tienen una mayor importancia en la trama.

The Wrestler nos muestra un mundo oscuro, una historia de fracasados, de dolor y sufrimiento... no obstante, en el fondo nos habla de gloria, de optimismo y de la búsqueda del sentido de la vida. Sin duda, es recomendable para todos los que estén dispuestos a pensar (sí, pensar) en el cine entre tanta explosión de blockbusters.

9.5/10

Reflexión sobre True Love!

Echando de nuevo la vista atrás no puedo evitar recordar aquellos inolvidables años de bachiller, donde el tiempo volaba y las clases pasaban a ser sesiones del club de la comedia con Samuel de protagonista. Donde los profesores, como ha pasado siempre, eran objeto de imitación constante y los compañeros eran inolvidables. Así daba gusto ir al instituto.

Tras el relativo éxito de nuestra particular parodia de la saga Saw, se nos propuso realizar un vídeo en la clase de Imagen. Tras un brainstorming bastante curioso, la idea de un musical parecía la correcta, así que nos pusimos manos a la obra. La "inolvidable" canción corrió a cargo del protagonista, que la compuso en piano. Con la canción finalizada, nos dispusimos a encarar el número musical tras un mes rodando planos sueltos. El resultado, espero, será cuanto menos curioso o llamativo.
El mayor problema con el que nos enfrentamos fue la calidad del vídeo. Nos percatamos, una vez rodado el material, de que contenía defectos similares a los de un VHS... Así que la versión de youtube muestra la máxima calidad en versión panorámica. Aquí dejo este experimento para el goce de mis "numerosísimos" lectores:

Clásicos del cine Musical: Top Hat (1935)

Protagonizada por la pareja por excelencia del musical norteamericano, Fred Astaire y Ginger Rogers, Sombrero de Copa es una comedia fresca y entretenida donde los números de baile y la química entre los protagonistas son sus puntos fuertes.

Dirigida elegantemente por Mark Sandrich, la película salvó de la quiebra a la RKO. El guión se apoya en unos personajes cómicos para crear un enredo que provoca carcajadas. Los protagonistas son secundados por unos personajes también geniales.

Top Hat es el perfecto musical de la época, un entretenimiento sin pretensiones, que no obstante ha envejecido perfectamente de cara a las nuevas generaciones. Con musicales como Top Hat uno no puede perder la sonrisa, una sonrisa impregnada de nostalgia, al ver a esta pareja bailando y desafiando las leyes de la gravedad.

Aquí os dejo con el número musical "Isn't This a Lovely Day?", que para mí condensa la esencia de la película. Podría ponerlos todos, pues hay verdaderas genialidades, pero los dejo para el futuro espectador:

Reflexión sobre "Jaw XXI"

En plena moda Saw (hace poco más de dos años), Samuel, Fernando y yo aun estudiábamos 2º de Bachiller. Ya se había estrenado la tercera entrega, y hablábamos sobre lo repetitiva que era la saga. Fue entonces cuando se nos vino a la cabeza el concepto de "Jaw", que contiene un guiño a la saga "Scream". El rodaje sólo nos llevó dos recreos con una cámara de fotos...

Fernando encarna al típico sufrido protagonista de Saw, que esconde algo que se descubrirá al final. Samuel, en cambio, encarna a una suerte de Jigsaw que tiene sus razones, al igual que el malo de "Saw", para hacer lo que hace. El problema, tal vez, es que los acontecimientos del climax del cortometraje acaecen demasiado rápido, por lo que quizás sea difícil de entender el final. Pero para un espectador atento (los hay) será muy fácil de captar. Aquí os dejo con el corto:

Reflexión sobre Cómo Destruir el Mundo

Ha pasado un año del rodaje del cortometraje Cómo destruir el mundo, tiempo más que suficiente para ser juzgado de forma objetiva.

El guión fue concebido como una crítica abierta (pero simbólica) hacia los responsables del polémico cambio climático, de forma que quedase patente (y más que patente) el objetivo de la obra. Este es quizás uno de los grandes errores del cortometraje, la reiteración y subrayación de los malos de la película y las frases demasiado efectistas.

Sin embargo, quizás todo esto queda oculto bajo la gran actuación de los actores, que siempre cumplen con su cometido sin casi indicaciones por mi parte. Como siempre, Samuel J. Roldán se adopta la personalidad de su personaje, como ya hiciera en True Love! y en el posterior Imagina. Quien lo conozca bien verá en este personaje amenazador una antítesis a su verdadera personalidad. Noemí, por su parte, entendió muy bien al personaje y se metió muy bien en su piel.

La fotografía fue uno de los aspectos más "cuidados". Aunque finalmente no es nada demasiado llamativo, la intención inicial era conseguir una imagen casi expresionista, aunque sin perder demasiado realismo. También los efectos especiales debían adaptarse a esto, aunque en el caso del Planeta la idea era que resultase casi de Cómic.

La música es otro de los aspectos más fallidos, pues no pude contar con la colaboración de Samuel y acabé buscandome unas soluciones bastante rudimentarias como podréis escuchar.

Aquí os dejo con este atípico relato, con el que intenté acercarme al cine clásico (aunque muestre repetidamente planos detalle sin demasiado sentido). ¡Espero vuestra opinión!